Tengo una relación particular con las bicicletas. De pequeña no sabía ir en bici. De pronto, me encontré viviendo en Florencia y me propuse aprender. Me subí y pam, ¡sabía! La clave: antes había conducido un ciclomotor. Desde ese día la bici y yo somos un tándem.
Estos días, a los que no sabemos imaginarnos dos días sin ir en dos ruedas, tiene lugar en el Design Museum de Gante la exposición “Bike to the Future”, una divertidísima oportunidad, hasta el 23 de octubre, para observar bicis venidas del futuro, emulando con el nombre de la expo y la gráfica al monopatín de Marty McFly en la película «Regreso al Futuro».
La exposición muestra la bicicleta como concepto. El diseño, la tecnología, la movilidad y la herramienta social que ésta supone para el mundo de hoy y del futuro.
Yo ya la he visitado y fui allí en bici y volví, pensando que la prestada por una amiga belga podía volar…. Ensueños futuristas de fan de la saga creada por Steven Spielberg y protagonizada por Michael J. Fox, Christopher Lloyd. Para regresar a Barcelona, sí, use el avión (sino aquí no estaría publicando… estaría aún pedaleando) y me encontré al llegar con otra gran iniciativa que, siendo foodie como soy, y adicta al shopping también, me ha sorprendido muy gratamente: Con “Ciclogreen” (http://www.ciclogreen.com) los quilómetros recorridos en bicicleta se ven recompensados sobre la marcha.
A golpe de pedal se van acumulando “ciclos”: la moneda de cambio de la movilidad sin humos, con la que se consiguen descuentos en tiendas, restaurantes y establecimientos comprometidos con una ciudad más verde. “Ciclogreen” ha echado a rodar no sólo en Sevilla, también en Madrid, Barcelona, Valladolid y Valencia, con muchas otras ciudades en lista de espera. En sus 16 meses de vida, los más de 1.500 usuarios de la plataforma hemos pedaleado más de 220.000 quilómetros.
¿Las bicicletas son para el verano? Creo que muchos ya las usamos y adoramos prácticamente los 365 días del año.
Foto cabecera: Design Museum Gent