A veces me pongo a pensar o a soñar en lugares remotos que sí o sí (espero no tener que vender mi alma por ello) debo visitar en esta vida. Uno es la Polinesia, el paraíso de Gauguin. Espero ganar la lotería y no tener que nadar los 12.000 km de distancia que separan España de las idílicas islas polinesias.
Hace ya años que colecciono mil objetos y varios aluden a este paraíso «tiki», muy popular en Norteamérica en la década de los cincuenta, y que hace ya varios años ha renacido cual ave fénix.
Las camisas con estampados hawaianos se combinan con los labios rojos y fucsia. Y ahora con la primavera vuelvo a ver guirnaldas colgadas al cuello y flores. Muchas flores. En forma de corona como el típico tiaré o sueltas en el pelo como el hibiscus. Mirando las nuevas colecciones que ya han aterrizado en las tiendas, veo cada día más palmeras, colores vívidos, bordados de conchas, motivos indígenas y mucho mimbre.
Pero aún hay más, ¿cuántas pedimos un «Mai Tai»cuando salimos de copas? Y hay más como el «Zombie» o el «Blue Hawai». Las mezclas de frutas, ya sean con piña, mango, papaya u otros ingredientes tropicales, junto con el inseparable ron, se combinan con diferentes «secretos» que logran alcanzar esa complejidad de sabores tan particular de la coctelería «tiki».
Y todavía hay más, Ryan Gosling lo vaticinó en la romántica escena de la película «Blue Valentine». Michelle Williams baila en el pórtico de una tienda unos torpes pasos de claqué. Mientras tanto, Gosling la acompaña al son de su voz y de la delicada música que toca con un pequeño instrumento de cuerda: el ukelele. Los fanáticos de este instrumento, como yo, tenemos otro destino, quizás más cercano, el «Tiki Oasis», un festival celebrado el trece de agosto en San Diego que ya lleva varias ediciones. Yo cuento ya con 3 ukeleles y he aprendido a tocarlos con los tutoriales de youtube.
En España ya se oyen voces acerca de concentraciones de danza tahitianas o grupos de intereses hawaianos en la web meetup.com. Y es que ya lo cantaba Mecano: “Hawai, Bombay, son dos paraísos que a veces yo me monto en mi piso…”.
Foto cabecera: Anna Tomàs i Fizz Bartenders