San Valentín está a la vuelta de la esquina y, te guste más o menos, es la excusa perfecta para reservar ese hueco en tu agenda y dedicar el 100% de tiempo a tu pareja. Y es que de eso va a tratar el post de hoy: de tiempo de calidad.
¿Qué nos falta a todos en el día a día? Tiempo. Tiempo para nosotras mismas, tiempo para dedicar a los demás y tiempo para disfrutar en pareja. Pero tiempo de calidad; esos momentos que guardas como recuerdos porque has hecho algo diferente.
Y para hacerlo memorable, este año te propongo tres cosas fáciles, muy fáciles y económicas que seguro que vais a disfrutar y que hará que este San Valentín sea diferente:
OLVIDA EL MÓVIL
Foto: Pixabay
Regla número uno para la noche de San Valentín: Apagar el teléfono móvil. O, a malas, ponerlo en modo avión. No sabes cuán diferente va a ser esa cena sin interrupciones, chistes malos, amigos que dicen muchas cosas sin decir nada por Whatssapp ni selfies. Lo único que va a haber en la conversación: vosotros. ¡¡Como en los viejos tiempos!! Seguro que salen un montón de cosas y temas nuevos, de cosas que no os habéis contado y detalles que se os han pasado por alto por culpa del teléfono. Además, es gratis.
HAZ UN REGALO PARA DISFRUTAR EN PAREJA
Foto: Pixabay
En lugar de volverte loca, ¿por qué no regalas un spa para dos, un masaje para dos o una reserva en un hotel en un pueblecito perdido alrededor de tu ciudad para un fin de semana? Está plagado de ofertas baratísimas por todos lados. Estoy segura de que ya sabes dónde encontrarlas. En definitiva lo que estás regalando es una actividad especial y diferente para hacer en pareja. ¿Verdad que si ahora piensas en darte un masaje tú sola no te apetece tanto?
PREPARA TÚ MISMA LA CENA
Foto: Pixabay
Más barato imposible. Internet está llenísima de recetas fáciles, rápidas y baratitas para que puedas hacer en casa. ¿Por qué no prepararla juntos? Será más divertido. Eso sí, no te olvides de los detalles que sí harán que te acuerdes de esta noche: velas, candelabros, la mejor mantelería que tengas en casa, un buen vino o champagne, un menú especial (no hagas el menú de siempre), música de fondo romántica y un vestido bonito y unos zapatos perfectos que acompañen tu look. No por ser en casa tienes que estar con sudadera y zapatillas… Le quitaría todo el romanticismo a la noche.
¡Que tengas un feliz San Valentín!
Foto cabecera: Pixabay