¿Cómo homenajear a David Bowie en unos párrafos? La verdad: tarea imposible. Así que prefiero escribir sobre las imágenes y percepciones que conservo de él y que formaran parte siempre de mí, sin entrar en su nuevo disco o su vida privada.
David Bowie cambió el panorama de la música, la fotografía, el vídeo y también la moda y la estética (no creo que exista ningún maquillador que no tenga a Bowie en sus cuadernos mentales, al igual que Kiss, que también hicieron del maquillaje uno de sus símbolos de identidad). Él no predecía tendencias, las creaba. Cómo leía en varios artículos, si Lady Gaga es como es, se debe básicamente a que Bowie lo hizo antes.
Lo que siempre recuerdo de Bowie (es de los míos, podía leer hasta ocho libros al día) es su curiosidad. Su capacidad de absorber y procesar cultura le hizo ser ese cantante camaleónico que en cada nuevo disco o actuación inventaba un nuevo personaje o reinventaba alguno de los ya existentes con nuevos matices.
Fotos: RCA Records, Gaultier
Icónico. Fue una de las cabezas visibles del llamado Glam rock, que arrasó en Inglaterra (Slade, Gary Glitter, T.Rex) y algo menos en USA, donde se conocía como Glitter rock, y que se caracterizaba por el glamour en el vestuario.
Estos días, y serán semanas, no puedo dejar de pensar en cómo su disco «Space Oddity» me hace pensar en películas, desde “Io e te”, de Bertolucci a “La vida secreta de Walter Mitty”. Ah, y en 2011 en la película “Eva”, de Kike Maillo, en la que Daniel Brühl y Marta bailaban la canción del mismo nombre del disco como un reencuentro de antiguos amores, en un ambiente futurista robótico.
Y me despido con la voz de tres generaciones internacionales:
Robert (España): 53 años: “Fue un verdadero impacto ver a David Bowie, con su aspecto muchas veces andrógino o deliberadamente bisexual en lo alto de un escenario, en una época donde cualquier referencia o aspecto homosexual estaba no sólo mal visto, sino también perseguido”.
Filipe (Portugal): 37 años: “Era avant-garde, especialmente a nivel visual. ¿Era tan seguro de sí mismo? Lo que está claro es que era un niño, siempre creando”.
Justine (Francia): 15 años: “Lo he escuchado sin cesar tras el homenaje que le hizo Måns Zelmerlöw en el pasado Festival de Eurovisión. Es como una voz sintética y acaramelada”.
No sé qué somos los restantes, pero él fue un héroe no sólo un día y, a partir de ahora, para siempre.
Foto de cabecera: Sonar FM
Gif: Helen Green